CAE AVDIIVKA, SE AGRIETA EUROPA, BIDEN SE TAMBALEA

17.02.2024 15:25
 
Por estas horas corre el rumor de que las tropas ucranianas abandonaron la estratégica ciudad de Avdiivka, lo cual no es completamente cierto. Bajo la influencia y la presión de la opinión pública ucraniana, los medios oficialistas de ese país simplemente señalaron en el mapa una zona donde teóricamente (ya) no hay soldados ucranianos y en realidad estos sí están ahí, simplemente fueron abandonados. El abandono surgió desde el momento en que la 3ª Brigada de Asalto ucraniana (una unidad de élite) se negó a cumplir, al menos en parte y no sin cierta razón, la orden de ir en auxilio de la ciudad. En días previos, la artillería y la aviación rusas castigaron duramente las posiciones enemigas en la localidad mencionada. Las fuerzas de Moscú incluso aniquilaron con ataques de misiles y de aviación todo intento de hacer llegar refuerzos a esa zona de combate, haciendo inútil toda resistencia. Queda así en mano del Kremlin una posición de valor estratégico, simbólico y moral, si así se la puede decir, de extrema importancia. 
 
La defensa ucraniana comienza a colapsar estrepitosamente en diversas zonas del frente y el avance ruso se acelera. Las consecuencias de estos hechos son impredecibles o al menos muy difíciles de predecir. Si bien los Estados Unidos han votado fondos adicionales para hacer llegar a Kiev, en realidad ese dinero serán destinados en parte al pago de salarios de los trabajadores estatales de Zelenksy y en parte irán directamente a las empresas de armamento estadounidenses que, en algunos casos, tardarán años en fabricar las armas necesarias para enviar a Ucrania para que la resistencia pueda prolongarse. Sea como fuere, esa resistencia se convirtió en un inútil sacrificio de seres humanos.
 
Misil Iskander - Fuente: Mil.ru (la imagen original ha sido redimensionada) 
 
Ciertamente se tratará de tapar estos hechos en los medios, haciendo pública la muerte en Rusia del opositor Navalny. Su deceso es lamentable, pero que el lector no permita que el árbol le tape el bosque. Los Estados Unidos están sacrificando cientos de miles de ucranianos en pos de un vulgar negocio. La capacidad militar rusa, lejos de haberse visto disminuida, se incrementó. Hace 23 meses que se está hablando de que Rusia estaría a punto de quedarse sin misiles y la realidad prueba, sino cotidianamente al menos semanalmente, que lo que está sucediendo es todo lo contrario. Mientras tanto la población civil ucraniana arriesga su vida cruzando la frontera por zonas de muy difícil tránsito para escapar de una guerra que a esta altura de las circunstancias no puede ser catalogada de otra forma que de absurda, trágica, innecesaria, inútil. Pero los Estados Unidos están en año electoral, los demócratas tienen que disimular otras cosas, por ejemplo, la catástrofe humanitaria en la frontera sur, a la que se suman consideraciones de interés nacional de los Estados Unidos. También preocupa sumamente la salud de Joe Biden, cuyas facultades mentales están siendo cuestionadas hasta por medios habitualmente adictos. No se trata de una cuestión de edad, se trata de una cuestión de una demencia que puede estar asociada a la edad, pero no siempre. No es algo que necesariamente deba ocurrir. Todos estos hechos también quitan del foco mediático a lo que ocurre en Oriente Medio, que también es sumamente grave. La situación israelí es precaria, con un importante número de bajas propias y demasiados frentes abiertos. A medida que el conflicto se prolonga Netanyahu ve cómo la opinión pública nacional e internacional se le vuelven cada vez más hostiles.
 
Por otra parte, Europa está inmersa en una crisis muy importante. Los agricultores de muchos de sus países miembros están en protestas muy activas contra sus gobiernos por las políticas tanto de importaciones como de quita de subsidios y otras que ponen en serio riesgo la seguridad alimentaria europea, además de perturbar gravemente su economía y sus finanzas. El mundo está cambiando a un ritmo frenético. Europa se está autodestruyendo y en los EEUU los demócratas y muchos republicanos están poniendo en peligro la estructura política de su propia nación, mientras países como China, India, Rusia y hasta el propio Irán van ganando influencia a nivel internacional. Es difícil saber cómo será el nuevo orden mundial pero posiblemente termine resultando muy diferente al que muchos imaginaron.